Era muy pronto y el monasterio no estaba abierto. Gabriela, Elin y yo pudimos disfrutar del silencio de las piedras y del frescor del bosque.
Era muy pronto y el monasterio no estaba abierto. Gabriela, Elin y yo pudimos disfrutar del silencio de las piedras y del frescor del bosque.
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